¿Listos para usar transferencias monetarias para la preparación ante las crisis?
¿Qué podemos aprender de los programas que han utilizado programas de transferencias monetarias (PTM) humanitarias en los programas de protección social para preparar a las comunidades ante las crisis? Al ver a América Latina y el Caribe de forma específica, ¿Cómo esta región propensa a múltiples crisis se puede beneficiar de su fuerte historia con el uso de PTM para fortalecer la preparación ante desastres? La CALP Network comisionó un estudio para responder a esas preguntas. Madison Chapman fue la consultora principal del estudio, y en este espacio comparte sus pensamientos sobre lo que aprendió en el proceso.
Zonas costeras extensas, temperaturas cálidas, frecuentes rotaciones políticas y malestar social, migración, pobreza extrema, huracanes y sequias frecuentes son factores que hacen de América Latina y el Caribe (ALC) una región vulnerable. La región no es ajena a las crisis, ya sean relacionados con el clima, eventos sociales o epidemiológicos. Desde los huracanes Eta e Iota, la erupción del volcán de Fuego, hasta las continuas migraciones y la reciente respuesta a la COVID-19, la región ha debido adaptarse y hacerlo de forma rápida. Una parte clave de esta adaptación ha sido el fortalecimiento de los sistemas y programación de protección social como parte de la respuesta cuando ocurren algunas de estas crisis.
En ALC existe una experiencia extensa en el uso de PTM en protección social, pero hay una evidencia escasa sobre su vinculación para la preparación ante las crisis y los PTM humanitarios. La CALP Network comisionó un estudio para mapear las experiencias del uso de PTM humanitarios para la preparación ante las crisis en protección social en la región hasta la actualidad y explorar los obstáculos, elementos facilitadores, desafíos y oportunidades relacionados con una mejor vinculación de la protección social y los PTM en ALC. El estudio encontró una amplia gama de iniciativas que abarcaron a gobiernos, actores humanitarios y de desarrollo, así como organizaciones locales. Honduras y la República Dominicana fueron tomados como estudios de caso para adentrarse más profundamente en estos temas.
Inmersión profunda: Países como la República Dominicana, El Salvador y Honduras han sido innovadores. Por ejemplo, la República Dominicana ha desarrollado un plan de emergencia de “recarga” y un plan de emergencia de preparación ante las crisis que permite la asignación automática de fondos de protección social hacia comunidades afectadas por desastres durante el desarrollo de una emergencia, y el Gobierno dominicano ha trabajado con UNICEF para ajustar los análisis e identificar más efectivamente a los hogares con niños y niñas en condición de discapacidad. Honduras está invirtiendo en transparencia a través de plataformas de autorregistro y para compartir información, además de invertir en coordinaciones más profundas con los Grupos de Trabajo de Transferencias Monetarias nacionales. El Salvador trabajo con el Programa Mundial de Alimentos para establecer unos estándares de respuestas regionales comunes para las sequias crónicas. Estas acciones incluyeron la estandarización de las cantidades de transferencia por región, colaborando con el ministerio salvadoreño de Protección Civil a fin de determinar las áreas más afectadas, optimizar los criterios de focalización, desarrollando mecanismos de entrega por medio de bancos nacionales y vinculando los registros sociales a través de los ministerios de gobierno para crear una plataforma de registro única y uniforme. Estas actividades no solo fortalecen la preparación ante las crisis de los gobiernos para los PTM en protección social, pero también abren las puertas para un monitoreo, evaluación, rendición de cuentas y aprendizaje (MEAL por sus siglas en inglés) más efectivo.
Fortaleciendo la vinculación de los PTM humanitarios y la protección social para la preparación ante las crisis: ¿Qué se necesita?
Gobiernos que sean abiertos y tengan experiencias sobre las cuales construir:
La pandemia a causa de la COVID-19 ofreció una oportunidad para probar el uso de los PTM en nuevas formas y extrajo de la pericia de diferentes actores. Muchos gobiernos en ALC han demostrado apertura para experimentar con el uso de PTM humanitarios (El Salvador), involucrarse con organizaciones no gubernamentales (ONG) y las Naciones Unidas para utilizar programas existentes (República Dominicana), buscar apoyo técnico (Honduras) y aprender de los Grupos de Trabajo de Transferencias Monetarias para diseñar nuevos programas (Guatemala).
Reforma legal:
Esta puede ser una de las áreas de reforma más importante. Leyes y mandatos actuales regularmente obstaculizan una respuesta rápida y flexible. Adicionalmente, tener al menos un ministerio nacional con la responsabilidad legal para utilizar PTM humanitarios para la preparación ante las crisis y para coordinar con otros sería un gran paso de avance. Esto también ayudaría a institucionalizar el conocimiento técnico y a hacer los PTM humanitarios en protección social más sostenibles ante los frecuentes cambios políticos y de gobierno. Superar obstáculos legislativos puede requerir en algunos casos reformas constitucionales o cambios de mandatos para permitir que ministerios de protección social adopten el mandato humanitario.
Mejor coordinación:
La preparación ante las crisis es multifacética y no existe un vacío. Una preparación fuerte para los PTM humanitarios en protección social depende de la coordinación entre actores humanitarios y de desarrollo con los gobiernos, incluyendo ONG, Naciones Unidas y posiblemente organizaciones regionales.
Financiamiento:
Una preparación ante la crisis fuerte para PTM humanitarios en protección social depende de una financiación adecuada para eventos que pueden no ocurrir. Existe un rol obvio para los donantes- humanitarios y de desarrollo- en financiar e invertir en la preparación como una acción anticipatoria. Esto puede ser tanto a través de PTM, vinculando PTM humanitarios con programas de protección social y/o sistemas y haciendo que los sistemas de protección social existentes sean capaces de responder a las crisis.
Voluntad política y comunicación con el público.
Estas son esenciales para apoyar dicho financiamiento, especialmente de gobiernos donantes. La preparación ante las crisis en México, Centroamérica y la República Dominicana también se relaciona con equidad, transparencia y accesibilidad a sistemas de entrega, o manejo de datos y focalización. Divisiones geográficas y digitales continúan siendo un desafío para los PTM en ALC, mientras que la inseguridad de moverse de los cupones digitales hacia el efectivo sin restricciones presenta preguntas importantes sobre las opciones y la dignidad del recipiente.
¿Como logramos este cambio de forma más amplia?
Una mejor preparación ante las crisis que esté basada, y que regularmente reúna lo mejor de ambos sistemas de PTM-ya sea humanitario o protección social- requerirá una re-imaginación del propósito de los PTM en las emergencias y la meta de la preparación ante las crisis.
Existen una serie de pasos clave que los gobiernos pueden tomar para denotar que la preparación ante las crisis es una prioridad, incluyendo: trabajar de cerca con los Grupos de Trabajo de Transferencias Monetarias, o añadiendo los PTM humanitarios en mesas de discusión nacionales, acompañamiento técnico de actores de gobierno por parte de ONG y agencias de las Naciones Unidas, y trabajando para digitalizar y actualizar los sistemas MEAL y de registro.
Gobiernos en ALC pueden aprovechar el momento y la capacidad creciente para trabajar junto a la sociedad civil a fin de catalizar este cambio. La región tiene lo que se necesita para hace estos cambios. Fue en ALC que los gobiernos fueron pioneros en programas de protección social con PTM, tal es el caso de Progresa-Oportunidades-Prospera de México. El interés creciente en la preparación ante las crisis con PTM humanitarios en protección social posiciona a los actores de la región para que lideren el camino en hacer que la protección social sea realmente capaz de responder a las crisis. La actividad vibrante de las organizaciones de la sociedad civil también será un catalizador clave para este cambio.
Si le interesa este tema y saber más al respecto, le invitamos a leer el reporte y los estudios de caso (serán publicados próximamente); también, visite socialprotection.org para acceder a una gran variedad de recursos y comparta lo que usted está aprendiendo y logrando en sus contextos con la CALP Network.
Sobre la autora
Madison es una Oficial de Relaciones Exteriores entrante en la Oficina de Población, Refugiados y Migración del Departamento de Estado de EE. UU. Recientemente dirigió un equipo que exploró la protección social, la preparación y el PTM en América Central, República Dominicana y México como consultora independiente de la CALP Network. Previamente, Madison fue consultora sobre medios de vida urbanos, empoderamiento económico e igualdad de género, MEAL e inclusión financiera para la CALP Network, Girls Not Brides: The Global Partnership to End Child Marriage y Catholic Relief Services. Madison tiene experiencia regional en América Latina y anteriormente realizó investigaciones en Colombia y Ecuador sobre medios de vida e integración financiera en el desplazamiento. Tiene una maestría de The Fletcher School of Law and Diplomacy en Economía del Desarrollo y Respuesta Humanitaria, con un enfoque en equidad de género, y una licenciatura en Ciencias Políticas de la Universidad de California, Berkeley.
Foto principal: En San Mateo, Guatemala, personas reciben asistencia mediante transferencias de efectivo como parte de la respuesta a la emergencia sanitaria por la pandemia de COVID-19 en 2020. Crédito: Carlos Alonzo/WFP.