Colombia: vales para servicios de Salud Sexual y Reproductiva (SSR)
Este estudio es parte de un estudio multipaís más amplio realizado por CARE titulado “Programas de Transferencias
Monetarias para Salud Sexual y Reproductiva: Aprendizajes de Ecuador, Colombia, Líbano y Somalia”.
Como consecuencia de la crisis socioeconómica y política de Venezuela, se produjeron flujos migratorios masivos
de personas desde Venezuela hacia Colombia. De acuerdo con la Plataforma de Coordinación Interinstitucional para
Refugiados y Migrantes, hasta mayo de 2020 más de 1,76 millones de venezolanos habían huido a Colombia y muchos
continuaban avanzando hacia la frontera sur con Ecuador como caminantes.2 Esta situación se ve agravada por el
colapso del sistema de salud venezolano, que ha provocado que muchos migrantes y refugiados lleguen a Colombia con
una serie de necesidades de SSR no cubiertas. Las mujeres y las niñas se enfrentan a la explotación sexual, y algunas
mantienen relaciones sexuales a cambio de dinero durante la migración, especialmente en los pasos fronterizos y en las
principales zonas urbanas. Muchos migrantes y refugiados venezolanos están sometidos a otras formas de explotación,
abusos, mecanismos de supervivencia negativos, xenofobia y diversas formas de violencia, en particular la Violencia
basado en genero (VG). Más del 50 % de los refugiados y migrantes están en situación irregular y, por tanto, tienen
un acceso limitado o nulo a los servicios públicos esenciales y al mercado laboral formal.3,4 La pandemia de COVID-19
exacerbó las vulnerabilidades de estas poblaciones, ya que la cuarentena obligatoria del gobierno colombiano y el cierre
de las fronteras limitaron aún más el acceso a los servicios y a las actividades generadoras de ingresos, al tiempo que
aumentaron los riesgos de protección.