Dar pasos intencionados con la IA en CALP

La Inteligencia Artificial (IA) está por todas partes y muchos de nosotros la utilizamos en nuestra vida cotidiana, a menudo sin pensar en ello. Los programas de navegación nos ayudan a desplazarnos de un lugar a otro y los correctores ortográficos y programas de traducción nos ayudan a comunicarnos.

Pero no fue hasta el lanzamiento de ChatGPT en noviembre de 2022 cuando se empezó a hablar del uso de la IA en las conversaciones cotidianas. Más o menos al mismo tiempo, los debates sobre IA también empezaron a cobrar fuerza dentro del equipo de CALP, inicialmente a través de un grupo informal del personal que compartía ideas y experiencias sobre el uso de herramientas de IA.

En lugar de dejar que el debate burbujeara informalmente, decidimos formalizarlo y ampliarlo. El objetivo era ayudar a CALP a dar pasos éticos y adecuados hacia el uso de herramientas de IA en nuestro trabajo.

Se formó un equipo de trabajo interno y, con el apoyo de Torchbox, una agencia digital sin ánimo de lucro con sede en el Reino Unido, pusimos en marcha un amplio proceso de consulta al personal. Este proceso culminó con la elaboración de dos documentos: un conjunto de Principios de la IA y una Hoja de Ruta para guiar el trabajo de CALP a corto y medio plazo, lo que en términos de IA abarca sólo unos pocos años.

Hemos desarrollado seis Principios que nos guiarán en la gestión de la implementación de la IA, equilibrando los beneficios y las repercusiones positivas con los riesgos que presenta. Estos Principios son:

1. Dar prioridad a la supervisión humana y al control de calidad
2. Respetar las consideraciones éticas y evitar daños
3. Proteger los datos y la privacidad de los usuarios
4. Mantener la transparencia y la credibilidad
5. Mejorar la eficiencia, la innovación y el acceso a las herramientas
6. Fomentar la conexión humana y la experiencia

Aunque la hoja de ruta identificaba posibles herramientas de IA, no establecía un proceso de implementación detallado, como se esperaba inicialmente. Descubrimos que muchas de las herramientas que nos ayudarían requieren licencias caras, lo que supone un reto en nuestro actual entorno de financiación. Como resultado, la hoja de ruta se convirtió más en un atlas, destacando varios casos de uso en diferentes equipos que necesitan ser explorados más a fondo y priorizados. Este planteamiento permite a las personas y a los equipos, con el apoyo de la dirección, explorar y adoptar las herramientas que mejor se adapten a sus necesidades.